Cuidados de los setos

Para el cuidado de los setos vamos a tener en cuenta tres aspectos: la fitóftora, la poda y el riego.

La fitóftora es también llamada la enfermedad de los setos. Es un hongo que viaja a través del agua y entra por la raíz a nuestro seto. El avance de esta enfermedad se nota porque sus hojas van amarilleando, se secan y poco a poco va muriendo. Una de las razones puede ser el exceso de agua.

Para evitar esta enfermedad podemos tener en cuenta las siguientes normas:

  • Utilizar frecuentemente fertilizante.
  • No utilizar abundante agua.
  • El abono de fosfato potásico es una buena opción, ya que aumenta la defensa de la planta.
  • Tener en cuenta el suelo, que tenga un buen drenaje.

La poda de los setos

Depende de la edad del seto, de la especie y de algunos factores más. Es una acción esencial para el cuidado de nuestro seto. Para la poda deberemos tener en cuenta lo siguiente:

  • Elegir un día que no haga sol, pero que no haya humedad (heladas, lluvia).
  • Cuando nuestro seto es viejo, lo vamos a saber porque crece más a lo ancho, y se queda hueco por dentro. Podemos podar de forma radical en invierno para que rejuvenezca en primavera, o si es un caso extremo, podar desde la parte más ancha de la base del tronco y que crezca desde cero.
  • Hay que tener cuidado con las podas profundas, ya que, por lo general, cuanto mayor es la poda, mejor va a crecer nuestro seto, pero por ejemplo en las coníferas vamos a obtener el caso contrario, lo vamos a debilitar.
  • Los mejores momentos para realizar la poda son febrero/marzo para la primera poda. Y para la segunda y tercera poda, nos centraremos a finales de agosto y otoño.
  • Setos de hoja caduca, necesita al menos dos/tres podas al año.
  • Setos de hoja perenne, con una vez al año tendremos.

El riego de los setos

El riego es algo importantísimo para su cuidado. En sus dos primeros años de vida hay que regarlos con frecuencia, ya que sus raíces no están del todo profundas y se pueden secar con más facilidad. Como casi todas las plantas, mejor regarlos por la mañana en invierno, y al atardecer en verano, para evitar heladas y evaporaciones del agua.

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